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Jesús García

MEMORIAS DE UNA NINFOMANA ( PARTE VII )

MEMORIAS DE UNA NINFOMANA (PARTE VII)

MEMORIAS DE UNA NINFOMANA (PARTE VII) VIAJE AL MACHUPICHU.

Continuo con las movidas de Magdala en el Machupichu.
En las hojas donde describe su viajes y estancia en el Machupichu, Magdala tiene dibujados muñequitos, entiendo que deben de ser pictografías del las rocas que ella menciona.

Pag.34 de las Memorias de una Ninfómana
Magdala:
Son las 4 de la tarde y coño…hace un frio que pela. Hasta ahora no he tenido tiempo para escribir. Estoy atolondrada. Tengo un par de horitas para escribir todo lo que recuerdo. Todavía no estoy recuperada de las historias que he vivido este día, en la capital de los Incas.

Tuvieron que ser una civilización de flipar para poder construir y vivir en esta parte de la selva. Es alucinante que no se vea la ciudad desde la ladera de la montaña. Cualquiera pasaría sin darse cuenta de que arriba en la cima de la montaña Machupichu, hay toda una inmensa ciudad de piedra. Con calles, plazas, en fin... continuo.

Llegamos como a las 9:30 aproximadamente. Durante el viaje en el tren, estuvimos masticando coca para aclimatarnos a las alturas. Al llegar nos metimos en un autobús que nos llevó hasta la cima de la montaña. Al llegar a una explanada donde hay un hotel nos dejó el bus. Al bajar del autocar levanto la cabeza y flype con las ruinas que vi. Definitivamente, es un lugar donde descubres todo un mundo mágico. Telúrico. Misterioso. Grandioso.

El gringo estuvo callado hasta las 12 y 33 minutos del medio día. Según él, siempre que sube al machupichu hace medio ayuno silente o sea, estar con la boca cerrada sin decir ni pío mínimo 6 horas.

En el tren me lo escribió en un malísimo español Escribió “disculpa voy a dejar de hablar hasta las doce y treinta y tres minutos. Comienzo un ayuno silente”.

Yo le dije que bueno…pero …¿Cómo que hasta las 12:33 minutos? .
Me puso su dedo índice en los labios y sonrió…pense… Cada loco con su tema, me decía mientras atravesábamos cortes de montañas, poblados donde me puse ciega a comer choclo (maiz enorme cocido) con queso fresco de cabra. El choclo calentito… que bueno!
Atravesábamos rios y estepas rocosas de color rojo. Iba descubriendo el paisaje alucinante de esa zona. Hay que ir para creer. De verdad que si.

No entiendo ese misterio del ayuno, ni del porqué a las 12:33 minutos. Mientras miraba por la ventanilla del tren, mi mente estaba pasando la película que tuve con este tipo. Todavía alucinando en colores.

Después de vivir con esta persona un atardecer en la cueva de la Luna, me puede ocurrir cualquier cosa con este tipo. Lo más extraño no es solo estas cosas, sino que todavía no me lo he follado. Nunca me ha pasado, que gustándome un tipo no me lo folle, ¿Acaso Me estaré recuperando de mi ninfomanía?.
La verdad, puedo esperar cualquier cosa de él. El gringo. Algo me dice que a este gringo me lo voy a follar esta noche… le voy a echar un polvo de alucine también él. No siempre voy a ser la única que alucina, esta vez, seré yo quien le ponga a volar. Como me deje alcanzar su poya . se jodió.

Sobre el ayuno silente:

La verdad es que hacer este ayuno silente me vino muy bien. Me obligó a estar calladita por unas horas. Nunca en mi vida había pensado dejar de hablar, ya no un día entero, sino diez minutos. Solo cuando duermo es que estoy callada.

El estar callada me obligó a mirar mejor las cosas. A oir otros sonidos que no sea mi voz. El estar silente, tranquiliza el cuerpo y la mente. Es verdad, no lo estoy escribiendo inventando las cosas.

Fuera sonido de tu voz.

Al llegar a la puerta por donde se entra, el gringo agarró mi mano y me llevaba en volandas,
Por todas las calles de la ciudad en ruinas. Yo alucinaba porque no decía nada. Me llevó a volandas para ser los primeros y no nos quitaran una piedra enorme.

Era del tamaño de un salón de cualquier apartamento de 30 metros cuadrados del centro del Barcelona.
La piedra estaba en un saliente desde donde se veía el valle bajo tus pies. Las nubes entre las montañas le daba un aspecto misterioso a la zona selvática donde estábamos . Más tarde me enteré que la montaña que tenía a mi izquierda era la montaña de la Luna, llamada “Wuanapichu” montaña joven. En la cima existe un altar donde se hacían ofrendas a la Luna en unas noches especiales.



Nos sentamos cruzando los pies mirando al infinito y nos quedamos unos momentos mirando y respirando ese aire de frio de Navacerrada en Madrid. Mi corazón comenzaba a tranquilizarse. Mis ojos exhaustos de mirar tantas maravillas, se aguaron provocándome que los mocos de igual forma salieran a ver el infinito. Respire profundamente me limpié los mocos con mis mangas , traje y seguí lo que hacia el gringo. Cerré lo ojos y me puse a meditar.

(El gringo antes de llegar a la estación o apeadero de Machupichu, me explico la técnica de la meditación que el hacía de una forma sencilla. Era necesario conocerla para poder hacer una meditación en la capital de los Inkas. El Machupichu.)

voy a explicar la técnica por si alguien quiere realizarlas son unas breves líneas. (me parece que estoy escribiendo muy fixnamente…)

La técnica que me explicó bastante bien son las siguientes:

Primeramente:
Tienes que relajarte mediante la respiración.
Muy fácil:
Llenas de aire la barriga, no los pulmones. Aguantas unos segundos (cinco) la respiración y sueltas el aire por la boca, despacito si hacer sonido alguno. Como si fuese el aliento.
(Recuerda que la lengua la tienes que poner en el paladar, todo el rato.)

Para ir relajándote comienza primero por los dedos de los pies. Ve poco a poco subiendo por todo tu cuerpo mientras vas relajando cada extremidad hasta terminar relajada tu cabeza, orejas etc..

Comienza en ese momento a tranquilizar tu cerebro. Imagínate que vas apagando todos los pensamientos que aparecen como resúmenes del día. Desea que la velocidad de tu cerebro vaya cesando al igual que tu respiración cada vez más tranquila, lenta, pausada. Oye tu corazón. Sigue el ritmo de tus pulsaciones.

Otra forma de calamar los pensamientos es enfrentar todo los pensamientos que te vengan a la mente Desecharlo como pensamiento o por el contrario aceptarlos y reflexionar. Hay veces que en vez de hacer una meditación, haces una reflexión sobre miedos. Pasiones. Manías.

También puedes pasar en tu mente una breve película de los pasos que has dado durante todo el día. Desde que te has levantado, hasta que estas en ese momento en posición de loto, con la espalda recta o tumbado . Mejor sentado busca una postura cómoda. La mejor para mi es cruzando los pies. pero eso si, la espalda bien recta.

Visualizando tu película del día, llegas al momento presente y te das cuenta de que ya no tienes pensamientos acelerados que no te dejan enfocarte.

Desea que tu cerebro se calme. Sigue el ritmo que marca tu corazón. Mantén la respiración tranquila con la lengua en el paladar. Es el momento de que dejes que tus ojos se entre abran. Ponte bizco. Si como lo lees, cruza los ojos. Mira hacía la punta de tu nariz.
Notarás que esto te ayudará a calmar del todo tu cerebro.

Es el momento de la meditación. Comienza a visualizar que estas en tu lugar ideal. En tu montaña, en tu rio o en el mar. Yo en esta ocasión me imaginé donde estaba. Me visualicé volando por entre las nubes de estas maravillosas montañas. Mirando toda la ciudad desde arriba.

Visualízate ahí y contempla con calma todo lo que te rodea. Enfócate sobre el sonido del aire, sobre los colores de las flores o del mar. Visualiza un arco-iris que cruza por encima de ti. Visualiza un momento realmente feliz.

Las primeras meditaciones deben de ser cortas,
No te quedes mucho tiempo, con quince o veinte minutos desde que tienes las visualizaciones es suficiente.

Luego regresas mentalmente al lugar donde estas. Al abrir lo ojos estarás mucho mas feliz y tu salud estará mejor. Por medio de la meditación una persona se encuentra sola consigo misma. Es la manifestación más placentera de la soledad. Aunque te de miedo estar contigo. Me decía el gringo que hasta se puede sentir la presencia de Dios. El Dios que esta alojado dentro de nuestra semilla que viene con nosotros desde nuestra creación. Una semilla que cuando desencarnamos comienza a brotar el tallo hasta llegar al fruto y este a su vez vuelve a ser semilla de nuevo, pero con la salvedad de que esta semilla tiene en su ADN las experiencias vividas engrampadas en ella misma.
También por medio de la meditación y con experiencia se puede viajar a planos nunca vividos. Y lo digo con conocimiento de causa esperen a que lo escriba más adelante.

No me enrollo y continuo con pregunta que le hice al gringo sobre estos temas .
Al terminar de explicarme y hacer unos ensayos mientras viajábamos en el tren, le pregunté si al meditar me pasaría de nuevo, lo mismo que pasó en la cueva de la Luna (lo escribí en las anteriores hojas de mi cuaderno si mal no recuerdo).

El gringo me respondió; -ojalá te volviera a suceder algo así. Tu tienes algo especial con esta zona que tienes que resolver.
Yo claro… mosqueada le pregunté -¿ qué era lo que tenía que resolver yo con esta zona?

Me dijo que me invitó a ir al Machupichu por mi sensibilidad. Además me contó como el que no quiere la cosa, de que yo estoy regresando al lugar donde un día viví.

Y claro, ahora me tocaba preguntarle sobre si era algo de eso que llaman reencarnación.

Me contestó que antes de entender la reencarnación hay que entender la muerte.

Voy a dejar de transcribir las memorias de Magdala .
Pronto transcribiré más sobre su llegada a MACHUPICHU.
Lo que viene próximamente es muy fuerte. Tanto el lo espiritual como en lo sexual.
También escribiré sobre experiencias que tuvimos los dos.